Día 11

Lunes. Esta vez si puse mi despertador, algo después de las 5 de la mañana. Es una ventaja de que amanezca tan temprano, si te desmañanas no lo sientes. De nuevo al tren, a divisar de nuevo el paisaje y dormir. Llegué antes de las 12 a Munich. La estación, el mapa de la ciudad dentro de la estación, la oficina de Turismo. Excelente, vamos al centro. Caminar, caminar, caminar. Ciudad muy bonita, sin embargo se puede ver el orgullo bávaro de las personas del lugar. Sin duda no son tan amables como en Freiburg, pero bueno, veamos que tienen para sentirse dueños del mundo. El centro, las plazas, las iglesias, todo muy bonito, muy europeo. Ciudad grande. Veamos, para comer, a dónde más que el tan recomendado lugar, Hofbräuhaus. La comida es buena, la carne algo fuerte, pero la cerveza, la mejor que he provado en mi vida. Ok, tienen algo de derecho de ser engreidos teniendo esa cervecería, la más conocida del mundo. Después al mercado de la ciudad. Los precios son increíbles, debería de haber traido aguacates y mangos en la maleta. Muy colorido, todo lo puedes encontrar aquí, pero ha diferencia de México, aquí es más caro que el supermercado común, por aquello de la frescura. Un jugo de piña, naranja y fresa, delicioso. De ahí a caminar de plaza en plaza. Time is up. De regreso a la estación del tren, hay que seguir con el recorrido. Buenos recuerdos en München. En el tren, a seguir leyendo. Llegué ha Freiburg pasadas las 10 de la noche, llegué al cuarto deje mis cosas y bajé al cuarto común. Ahí estuvimos platicando hasta tarde. Primer fin de semana, bueno fin de semana más un día. Excelente.