Día 9

Damn. No puse el despertador, me faltó aceptar la configuración después de que puse la hora. Menos mal que me levanté lo suficientemente temprano para alcanzar a llegar. Me bañé rápido, y baje a la sala común a ver qué tren tenía que tomar, y a avisarle a Ruly que llegaría más tarde. Eran 10 horas de viaje. Listo, espero que vea el mensaje. Bis Bald Deuschland. Solo había que transbordar en Stuttgart y listo. Una buena hamburguesa a las 12 del día para aguantar, por qué no. De Stuttgart, pasamos por Munich, después por Salzburgo. Se ve como una ciudad genial, habrá que esperar unos días. En el tren conocí a un alemán muy amigable, cuyo nombre no recuerdo. Destino, Graz, Austria. Wow, el camino de Salzburgo a Graz es sensacional. Los paisajes más hermosos que mis ojos han visto, en realidad es como en "The Sound of Music". Hubo un problema con el tren y nos fuimos en autobus dos estaciones, wow. Lo malo es que en movimiento y con poca luz no salen tan bien las fotos, pero bueno, ya cuando regrese a Salzburgo las tomaré con más calma. Llegué con la incertidumbre de si Ruly había visto mi mensaje y estaría en la terminal. En el camino conocí a una jóven austriaca, le comenté sobre mi situación, me ofreció su celular pero no me sabía el de Ruly, así que no había nada que hacer. Por fin llegué, ya era de noche. Eso de viajar el tren, leer y ver paisajes en verdad me está gustando. El libro es cada vez más interesante. Un minuto, no veo a nadie. Dos minutos, tampoco. Bueno, qué hacemos. Tres minutos, ahí está, Raul García. Bueno, de ahí fuimos a un grill con toda su gente, y de ahí a su flat a comer algo. Después a una buena fiesta, y después a un bar de after. Eso de salir de bar cuando es de día es algo extraño, las 5 de la mañana y parece mediodía. Muy buen día.